Nosotros, los modernos, hemos aprendido el valor de la luz solar y de las vitaminas

en nuestra economía fisiológica, pero no hemos realizado el papel capital del aspecto espiritual de su influencia en nuestra economía psíquica, comprendiéndose este término según la acepción que nos da el diccionario. Hay un factor Tipharéthico en el alma del hombre, factor que, según la antigua tradición, tiene su correspondencia física en el plexo solar --no en el corazón ni en la cabeza-- y que tiene el poder de concentrar el aspecto sutil de la energía del sol, de la misma manera que la clorofila concentra un aspecto más tangible en la flor de una planta. Si por cualquier circunstancia estamos impedidos de asimilar esta energía, nos volvemos tan enfermizos, débiles de espíritu y de cuerpo, como una planta que crece en una caverna, privada de la claridad que la alimenta. Esta separación con el aspecto espiritual de la naturaleza es debido sólo a actitudes mentales. Cuando rehusamos reconocer nuestro papel verdadero en la Naturaleza, y el de ella en nosotros, impedimos el doble juego de ese magnetismo vital entre la parte y el todo; y, faltándonos los elementos esenciales para el crecimiento espiritual, no podremos lograr la salud psíquica.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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