Cuando te inicio en sannyas, te pido que me mires. Quiero mirarte a los ojos,

quiero que mis ojos ahonden en tus ojos, que haya un contacto ahí porque detrás de tus dos ojos está oculto el tercer ojo. Si hay contacto con el tercer ojo, y si estás abierto, sucede en una fracción de segundo; entonces no hace falta tiempo. Si hay contacto con el tercer ojo, sé que ha llegado un discípulo. Si no hay contacto, entonces solo puedo confiar en que te volverás un discípulo algún día. Te doy sannyas con esa esperanza. Pero es una esperanza. Puede que se cumpla, puede que no se cumpla; dependerá de mil y una cosas. Pero cuando veo un discípulo, cuando el tercer ojo empieza a responderme inmediatamente, entonces has venido al sitio que has estado buscando. Ahora no habrá necesidad de ir a ningún sitio; ahora no necesitarás ningún maestro, ninguna enseñanza: has llegado a casa.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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