«Si es que puedo sugerirlo, jamás, bajo ninguna circunstancia pregunte ‘cómo’. Cuando usa la palabra
‘cómo’, lo que desea realmente es que alguien le diga qué debe hacer, quiere alguna guía, algún sistema, alguien que lo lleve de la mano; y así pierde usted su libertad, su capacidad de observar sus propias actividades, sus propios pensamientos, su propio estilo de vida. Cuando pregunta ‘cómo’, se convierte de hecho en un ser de segunda mano; pierde su integridad y también la innata honestidad para observarse a sí mismo, para ser lo que es e ir más allá de lo que es. Nunca, nunca pregunte ‘cómo’. Estamos hablando psicológicamente, desde luego. Uno tiene que preguntar ‘cómo’ cuando quiere armar un motor o construir una computadora; tiene que aprender algo de otra persona. Pero uno sólo puede ser psicológicamente libre y original si está atento a sus propias actividades internas, si vigila lo que está pensando y no permite jamás que un solo pensamiento se escape sin haber observado la naturaleza, el origen de ese pensamiento. Observar, vigilar. Uno aprende mucho más de sí mismo mediante la atenta observación que a través de los libros, o de algún psicólogo, o de algún hombre de letras o profesor erudito, ingenioso y complicado. »Su vida va a ser muy difícil, mi amigo, y podrá desgarrarlo en numerosas direcciones. Hay una gran cantidad de lo que llaman tentaciones biológicas, sociales y usted puede ser destrozado por esta cruel sociedad. Por supuesto, tendrá que permanecer solo, pero eso puede ocurrir únicamente sin esfuerzo, sin determinación ni deseo, sino cuando comience a ver las cosas falsas que hay alrededor y dentro de usted: las emociones, las esperanzas. Cuando uno empieza a reconocer lo que es falso, entonces ése es el comienzo de la percepción alerta, de la inteligencia. Tiene usted que ser una luz para sí mismo, y ésta es una de las cosas más difíciles que hay en la vida».
Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .