Pero ya lo ven, la felicidad no llega tan fácilmente, porque la felicidad no es

ninguna de estas cosas. Pueden encontrar el placer, o una nueva satisfacción, pero tarde o temprano ello se vuelve tedioso. Porque no hay felicidad perdurable en las cosas que conocemos. El beso es seguido por la lágrima, la risa por la desdicha y la desolación. Todo se marchita, se deteriora. Por lo tanto, mientras son jóvenes tienen que comenzar a descubrir qué es esta extraña cosa llamada felicidad. Ésa es una parte esencial de la educación. La felicidad no llega cuando uno se esfuerza por obtenerla y ése es el mayor de los secretos, aunque sea muy fácil decirlo. Puedo expresarlo en unas cuantas palabras sencillas; pero, mediante el mero escucharme y repetir lo que han oído, no van ustedes a ser felices. Es extraña la felicidad; llega cuando uno no la está buscando. Cuando no hacemos esfuerzo alguno para ser felices, entonces, inesperadamente, misteriosamente, la felicidad está ahí, nacida de la pureza, de la belleza de la existencia. Pero eso requiere muchísima comprensión no entrar en una organización, ni tratar de llegar a ser “alguien”. La verdad no es algo que pueda obtenerse. La verdad adviene cuando nuestra mente y nuestro corazón se han purificado de todo sentido de esfuerzo y ya no estamos tratando de ser “alguien”; es entonces que la mente está muy quieta, escuchando intemporalmente todo lo que ocurre. Ustedes pueden escuchar estas palabras, pero para que la felicidad sea, tienen que descubrir cómo liberar la mente de todo temor.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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