Una historia Zen... Justo antes de que falleciera el maestro Zen Ninakawa, otro maestro Zen,

Ikkyu, le visitó. «¿Quieres que te sirva de guía?», preguntó Ikkyu. Ninakawa replicó: «Vine aquí solo y me voy solo. ¿Qué ayuda podrías ofrecerme?» Ikkyu respondió: «Si piensas que viniste realmente y que te estás yendo realmente, si piensas que vienes y vas, ésa es tu falsa ilusión. Déjame mostrarte el camino en el que no hay ningún ir y ningún venir.» Con estas palabras Ikkyu había revelado el camino tan claramente que Ninakawa sonrió, y sin decir una sola palabra, asintió con la cabeza y falleció. Ésta es una hermosa historia. Hay que comprender varias cosas de ella. Te ayudarán a adentrarte en los sutras de Lu-Tsu. Primero: para un hombre que está en busca de la verdad, incluso la muerte es una ilusión; para el hombre que no está buscando, ni siquiera la vida es una ocasión para aprender. Las personas viven su vida sin aprender nada en absoluto. Pasan por la vida, pero sin alcanzar ninguna madurez con ello. Permanecen casi dormidas. Las personas parecen sonámbulas. Permanecen ebrias: no saben lo que están haciendo, no saben por qué lo están haciendo, no saben de dónde vienen, no saben adónde van. Son simplemente como madera flotando a la deriva, a merced de los vientos. Sus vidas son accidentales. Recuerda esa palabra, «accidental». Millones de personas viven tan solo vidas accidentales, y a menos que te apropies de tu vida y empieces a hacer que pase de ser accidental a ser existencial, no va a haber ninguna transformación. En eso consiste sannyas: un esfuerzo para transformar lo accidental en existencial, un esfuerzo para transformar la vida inconsciente en una vida consciente, el esfuerzo para despertar. Y entonces la vida es un aprendizaje, y también la muerte. Entonces sigues aprendiendo. Entonces cada momento, cada situación, llega como un regalo. Sí, incluso el sufrimiento es un regalo de Dios, pero solo para los que saben aprender, los que saben recibir el regalo. Normalmente, ni si quiera las bienaventuranzas son regalos para ti, porque no sabes cómo recibirlas, no sabes cómo absorberlas. Vives tu vida como un robot.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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