El deseo de liberarnos del condicionamiento sólo fomenta el condicionamiento. Pero si, en vez de

tratar de reprimir el deseo, comprendemos todo el proceso del deseo, esa comprensión misma llega a liberarnos del condicionamiento. La libertad respecto del condicionamiento no es un resultado directo. ¿Comprende? Si emprendo deliberadamente la tarea de liberarme de mi condicionamiento, ese deseo crea su propio condicionamiento. Puedo destruir una forma de condicionamiento, pero quedo atrapado en otra. En cambio, si comprendo el deseo mismo, que incluye el deseo de liberarme, entonces esa misma comprensión destruye todo condicionamiento. La libertad respecto del condicionamiento es un producto secundario; no es importante. Lo que importa es comprender qué es lo que da origen al condicionamiento.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

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