La meditación es una preparación para la muerte. Ahora prepárate para la muerte: medita. Ya
no estás interesado en las mujeres; bien. Ahora interésate en tu propio ser. La mujer está fuera de ti; ése es un interés en el otro. O, si eres una mujer, entonces el hombre está fuera de ti, y ése es su interés en el otro. Ahora interésate en ti mismo: ahora lánzate al descubrimiento de ti mismo, ahora emprende un viaje interior. Preguntas: «Me estoy haciendo viejo y estoy perdiendo todo mi interés en las mujeres. ¿Qué debo hacer?» Pierde el interés. Deja que suceda. No intentes crearlo innecesariamente. Si se está yendo por sí mismo, es hermoso. He oído que... Al volver a su piso muy tarde, Max, de setenta y seis años, se sobresaltó al encontrar a una chica de unos dieciocho años saqueando el apartamento. «¡Jovencita, eres una ladrona!», dijo. «Voy a llamar a la policía.» «Señor», imploró ella, «si me detienen de nuevo, me encerrarán durante años. ¡Por favor, no llame a la policía!». «Lo siento, pero tengo que hacerlo», contestó Max. «Mire», sollozó ella, «haré cualquier cosa. Le entregaré mi cuerpo». «De acuerdo», dijo el anciano, «quítate la ropa y métete en la cama». La chica lo hizo y Max no tardó en seguirla. Lo intentó y lo intentó y lo intentó durante unos veinte minutos. Exhausto y vencido, al final desistió. «Es inútil», suspiró Max. «No puedo hacerlo. Tendré que llamar a la policía.» Y tú me preguntas qué hacer: «¿Qué debo hacer?» ¿Quieres llamar a la policía? Ya basta. Deja ya esas tonterías; abandona la obsesión. Ahora dirige tu energía hacia la muerte: ahora mira a la muerte cara a cara, ahora encuéntrate con la muerte. Y encontrarse con la muerte es la mayor experiencia de la vida. Y si puedes encontrarte con la muerte, llegarás a saber que eres inmortal, que solo el cuerpo muere y que tú nunca mueres. Y una vez que lo has sabido, estás listo, listo para el viaje. Y cuando llegue la muerte irás a ella riéndote y bailando y cantando. Y un hombre que puede ir a la muerte riendo, bailando y cantando, con oración, con meditación, llega a conocer el mayor orgasmo que existe en el mundo. El orgasmo sexual no es nada, porque en el orgasmo sexual solo una parte minúscula de tu energía vital deja tu cuerpo y sientes una gran relajación. En la muerte toda tu energía vital deja el cuerpo. Ningún orgasmo sexual puede compararse a ese orgasmo cósmico, a ese orgasmo total que te trae la muerte.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .