Como lo hicimos notar en el capítulo referente a Kether, las cuatro series de láminas
del Tarot corresponden a los cuatro elementos, y los cuatros ases representan las raíces de las potencias de dichos elementos. Los cuatro dos corresponden a Kjokmah y representan la operación polarizada de esos elementos en equilibrio armonioso. De ahí que todas las cartas del dos sean cartas de armonía. El Dos de Bastos, que corresponde al elemento fuego, se llama el Señor Dominador. Los bastos son esencialmente un símbolo fálico, masculino, y se atribuyen a Kjokmah, de manera que podemos interpretar esta carta como significativa de polarización: el positivo que ha encontrado su pareja negativa y está en equilibrio. No hay antagonismo o resistencia contra el Dominador, sino que es como si un pueblo satisfecho aceptara contento su dominio, Binah, satisfecha acepta a su esposo. El Dos de Copa (Agua) se llama el Señor del Amor; aquí encontramos el concepto de la polarización armoniosa. El Dos de Espada (Aire) es llamado el Señor de la Paz Restablecido, indicando que la fuerza destructiva de la espada está en equilibrio temporal. El Dos de Oros (Tierra) se llama el Señor del Cambio Armonioso. Aquí, como en las espadas, vemos una modificación de la naturaleza esencial de la fuerza elemental merced a su polaridad opuesta, produciendo nuevamente el quilibrio. La fuerza destructiva de las espadas retorna a la paz, y la inercia, la resistencia terrestre, al polarizarse por la influencia de Kjokmah, se convierte en ritmo equilibrado. Estas cuatro cartas indican la fuerza de Kjokmah sobre la polaridad, esto es, el equilibrio esencial del poder tal como se manifiesta en los Cuatro Mundos de los Cabalistas. Cuando aparecen en la adivinación indican siempre poder en equilibrio. No señalan una fuerza dinámica, como podría esperarse de Kjokmah, porque como éste es uno de los Tres Supremos, su fuerza es positiva en los planos sutiles y consiguientemente negativa en los planos de la forma. El aspecto negativo de una fuerza dinámica se representa por el equilibrio, en la polaridad. El aspecto negativo de una fuerza negativa se representa por la destrucción, como podemos verlo, por ejemplo, en Kali, la terrible esposa de Siva con su cinturón de cráneos danzante sobre el cuerpo de su esposo. Este concepto nos suministra la clave de otro de los múltiples problemas del Arbol: el concerniente a la polaridad relativa de los Sephiroth. Como ya hemos explicado, cada Sephirah es negativo en su relación con los que le son superiores y de los cuales recibe el influjo de sus emanaciones, y positivo con relación a los que le son inferiores, sobre los que actúa así como su emanador. Sin embargo, algunos de los pares de Sephiroth son más precisamente positivos o más precisamente negativos en su naturaleza. Por ejemplo, Kjokmah es positivo Positivo, y Binah un positivo Negativo. Kjesed un negativo Positivo y Gueburah un negativo Negativo. Netzach (Venus) y Hod (Mercurio) son considerados hermafroditas. Yesod (Luna) es un Positivo negativo y Malkuth (Tierra) un negativo Negativo. Ni Kether ni Tiphareth son predominantemente masculinos o femeninos. En Kether los pares de Opuestos están latentes y no se han declarado o manifestado, y en Tiphareth se encuentran en perfecto equilibrio.
Dion Fortune . La Cabala Mistica .