Simplemente observa: tú también haces esas cosas. Si un hombre está tumbado en una cama

de clavos, inmediatamente te postras como si estuviera haciendo algo grande, como si estuviera trayendo algún gozo a la humanidad. Es tan solo un masoquista, pero tú le amas, le respetas. Tu respecto parece mórbido, tu respeto parece enfermizo, enfermo, y debido a tu respeto él está tumbado sobre los clavos. Quiere tu atención y ésta es la manera más sencilla de conseguir tu atención y tu respeto. Su ego está satisfecho. Está dispuesto a tumbarse sobre esos clavos y sufrir.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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