Existe el inconsciente (por el momento usaremos la palabra). ¿De qué está hecho? Es obvio
que del pasado; de todas las conciencias raciales, el residuo racial, la tradición familiar, los diversos condicionamientos religiosos y sociales; ocultos, oscuros, ignorados. ¿Puede todo eso ser descubierto y revelado sin sueños, o sin visitar a un analista, de manera que cuando la mente duerme esté quieta y no incesantemente activa? Y por el hecho de estar quieta, ¿no es posible que surja en ella una cualidad distinta, una actividad del todo diferente, que esté disociada de las ansiedades, temores, preocupaciones, problemas y exigencias diarias? Para descubrir si eso es posible, o sea, no soñar en absoluto, de manera que la mente esté fresca al despertar por la mañana, uno tiene que darse cuenta de todas las insinuaciones e intimaciones durante el día. Únicamente puede uno descubrirlas en la convivencia, cuando está observando su relación con otros, sin condenar, enjuiciar ni evaluar; simplemente observando cómo uno se comporta, cómo reacciona; observando sin opción alguna, simplemente observando, de manera que durante el día el inconsciente sea revelado.
Jiddu Krishnamurti . El vuelo del águila .