Así como las almas pueden hallar en su progreso obstáculos opuestos por los amigos ignorantes

e irreflexivos, es posible, igualmente, que reciban socorro por esfuerzos sabios y bien dirigidos. Por eso, todas las religiones, que conservan algún vestigio de la oculta sabiduría de sus fundadores, prescriben preces u oraciones fúnebres. Estas oraciones, como las ceremonias que las acompañan, son más o menos eficaces según el conocimiento, el amor y la fuerza de voluntad que las anima. Tienen por base el principio universal de la vibración, según la cual está construido, modificado y conservado el universo.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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