Al verdadero santo no le conciernen los demás en absoluto. Sabe quién es. Incluso si
el mundo entero dice que no es un santo, eso no importa. Su entendimiento es interno, su encuentro consigo mismo es directo, su experiencia es inmediata y existencial. Conoce su propia esencia. Y conocer la propia esencia es el primer paso para conocer a Dios, para volverse inmortal, para ir más allá de la muerte.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .