La relación sexual tiene, por consiguiente, sólo un objetivo principal: producir cuerpos físicos Para las
almas que vienen a la vida. La relación entre el alma y la personalidad es, en consecuencia, un aspecto superior de la expresión sexual básica del universo, y esta relación tiene la finalidad de hacer aparecer un hijo de Dios como luz en el mundo, lo que le permitirá decir, como lo hizo el Cristo, que El es "la luz del mundo", y cumplir el mandato "deja que brille la luz". De la misma manera la relación entre la humanidad y la Jerarquía está destinada a traer el esplendor de la luz grupal, y hacer surgir de esos dos grupos, o cuerpos planetarios, mediante su íntima fusión e interrelación científica, esa forma de manifestación divina denominada en Occidente el "Reino de Dios".
Alice A. Bailey . El Sexo .