El otro día explicaba que, para vivir con la muerte o para vivir con cualquier

cosa con vuestra esposa, con vuestro marido, vuestros hijos, vuestro prójimo- necesitáis energía. La necesitáis para vivir con una cosa bella o con una cosa fea. Si no tenéis energía para vivir con la belleza, os habituáis a ella; y si no tenéis energía para vivir con algo feo, esa fealdad os corrompe, os corroe. Y del mismo modo, para vivir con la muerte, que es morir para todo, cada día, cada minuto, hace falta energía. Y entonces no hay miedo de la muerte, cosa que examinamos el otro día. Y esa misma energía se necesita en la comprensión de sí mismo. ¿Cómo podéis comprenderos a vosotros mismos si no tenéis la energía para ello? Y esta energía surge cuando no hay temor, ni apego a vuestra propiedad, a vuestro marido, esposa, hijos, país, dioses y creencias. Esta energía no es algo que pueda medirse poco a poco; tenéis que tenerla por completo para penetrar en esto. No hay diferencia entre energías: sólo hay energía.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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