La relación sexual es una explotación mutua: estás explotando el cuerpo de la otra persona

y él o ella está explotando tu cuerpo; ambos os estáis utilizando mutuamente. Pero como decir que es puro sexo parece feo, lo llamamos amor. Estaría muy bien que lo llamaseis simple sexo, sería verdad, sincero, y no surgirían problemas, porque entonces sabrías que es un apetito. Estás satisfecho un momento y luego, si la otra persona sigue exigiendo y tú sigues jugando el juego, habrá odio, porque sentirás repulsa. Y tarde o temprano te volverás indiferente, porque has explorado el cuerpo del otro y él ha explorado tu cuerpo: ya no hay nada nuevo, conocéis los territorios. Ahora ya no hay intriga, ya no hay misterio en el que entrar. Has acabado; surge la indiferencia.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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