Una vez en el Sendero, el chela viene a ser el hombre sin hogar, porque

o considera la tierra como su morada. No tiene tampoco residencia especial, y su única patria es el sitio donde pueda servir a su Maestro. Mientras franquea este primer grado del Sendero debe evitar tres obstáculos llamados técnicamente “trabas” o “ligaduras”, pues como ahora se dirige a grandes pasos hacia la perfección, trata de eliminar radicalmente los defectos de carácter, llevando hasta el extremo las tareas que se ha impuesto.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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