La causa y efecto es una relación ciega; es materialista, es entre materia y materia.
Pero la sincronicidad no es material; es espiritual, es poética, es una historia de amor. Si te abres a mí, empezará a pasarte algo. Y recuerda, yo no soy la causa de ello. No necesitas darme las gracias, no necesitas estarme agradecido. Yo no soy la causa de ello. Si alguien es la causa de ello, eres tú, porque te abriste a mí. Yo no habría podido hacerlo solo. Yo no hago nada. Lo único que se necesita es: estoy presente; estate tú también presente aquí y algo empezará a suceder. Y nadie lo está haciendo; ni yo lo estoy haciendo ni tú lo estás haciendo. Yo estoy disponible, tú te haces disponible, y estas dos energías entran en una historia de amor; empiezan a bailar juntas.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .