¡Hasta qué punto se encuentra el hombre regenerado o el hombre nuevo por encima del
hombre que sigue todavía enterrado en las ilusiones de los elementos, porque su cuerpo ha adquirido una agilidad extraordinaria y superior a todo lo que puede manifestar la ley de los elementos! Efectivamente, está animado por la vida del espíritu y esta vida del espíritu no puede animarlo sin prolongar sus reflejos y sus rayos hasta su ser aparente, para ofrecerle, al menos, algunos indicios de esta actividad primitiva, de la que hubiésemos disfrutado si no nos lo hubiese impedido el crimen.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .