Cuando nuestras ideas van muy rápidamente, se convierten imperceptiblemente en fantasías que van siempre acompañadas

de la activación de una respiración, porque estas respiraciones interna y externa se mantienen unidas como el tono y el eco. Diariamente producimos innumerables respiraciones y tenemos un número igual de fantasías. Y así la claridad del espíritu va desapareciendo, como se seca la madera y mueren las cenizas.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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