Ésa es la triple resurrección que debe realizar cada hombre en sí mismo, si quiere

llegar a la dignidad del hombre nuevo; pero jamás podremos tener la mínima idea de nuestros derechos primitivos y de nuestro verdadero renaci- miento, si no restablecemos definitivamente en nosotros una fuente de accio- nes regulares, una fuente de movimientos verdaderos y una fuente de pensa- mientos sanos, ya que estas tres fuentes manan juntas de la fuente única y eterna del espíritu.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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