Y eso nos lleva a una percepción directa en la que no hay opciones un

darnos cuenta sin agrado ni desagrado alguno. Cuando existe realmente esta sencilla, honesta percepción directa sin opciones, ella nos lleva a otro factor, que es la atención. Esta palabra significa extenderse, asirse, agarrarse, pero ésa sigue siendo la actividad del cerebro, está en el cerebro. La observación, la percepción, la atención, están dentro del campo del cerebro, y éste es limitado está condicionado por todos los hábitos de las generaciones pasadas, por las impresiones, las tradiciones, y por toda la insensatez y la bondad del hombre. Por lo tanto, toda acción que surge de esta atención todavía es limitada, y lo que es limitado debe, inevitablemente, generar desorden. Cuando uno piensa en sí mismo de la mañana a la noche en sus propias preocupaciones, en sus propios deseos, exigencias y realizaciones- esta actividad egocéntrica, siendo muy, muy limitada, tiene que causar fricción en la relación con los demás, la cual también es, entonces, limitada; tiene que haber tensión y perturbaciones de muchas clases la perpetua violencia de los seres humanos.

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

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