La "magia ceremonial", según las reglas burlonamente expuestas por Eliphas Levi, es otro imaginario alter
ego de la filosofía de los antiguos arhates. En resumen, los prismas a cuyo través miran el Ocultismo los filósofos cándidos, son tan variados y multicolores como cabe en la humana fantasía. ¿Se indignarán estos candidatos a la sabiduría y al poder si decimos la pura verdad? No solamente es útil, sino que ahora es ya necesario desengañarlos antes que sea demasiado tarde. La verdad sobre este punto puede declararse en pocas palabras: Entre los centenares que en Occidente se llaman ocultistas, no hay ni media docena que tengan ni siquiera idea aproximada de la genuina naturaleza de la ciencia que tratan de dominar. Con pocas excepciones, están todos en pleno camino de la hechicería; pero dejémoslos restablecer algún tanto el orden en aquel caos que predomina en su mente, antes que protesten contra ,esta afirmación. Que conozcan primero la verdadera relación entre las ciencias ocultas y el Ocultismo, así como la diferencia entre una y otro, y entonces se indignarán si todavía creen estar en lo cierto. Entretanto, digámosles que el Ocultismo difiere de la magia y demás ciencias ocultas; como el esplendente sol difiere de un candil, y como el inmutable e inmortal espíritu del hombre (reflejo del absoluto, infinito y desconocido TODO ) difiere de la mortal arcilla del cuerpo humano. En nuestra refinada civilización occidental, donde las lenguas modernas han ido evolucionando con la formación de palabras expresivas de nuevas ideas y pensamientos, no se sentía la necesidad de nuevos vocablos para expresar conceptos que tácitamente se tildaban de "supersticiones", pues toda nueva modalidad mental aparecía materializada en la fría atmósfera del egoísmo de Occidente y el incesante afán tras los dioses de este mundo. Dichos vocablos únicamente hubieran podido expresar ideas que a duras penas eran capaces de albergar en su mente los hombres cultos, para quienes la magia es sinónimo de prestidigitación; la hechicería equivalente a crasa ignorancia y el Ocultismo la triste reliquia de los desequilibrados filósofos medievales del fuego, como Jacobo Boehme y Saint Martin; expresiones todas que se consideran más que suficientes para abarcar el campo entero de un "dedal de costura".
H.P. Blavatsky . Ocultismo Practico .