¿Cuáles son los deberes de un estudiante? ¿Qué significa la palabra “deber”? ¿Deber hacia qué?
¿Deber hacia su país conforme a lo que sostiene un político? ¿Deber hacia su padre o su madre de acuerdo con los deseos de ellos? Ellos le dirán que su deber es hacer las cosas que le dicen que haga; y eso que le dicen está condicionado por el trasfondo de ellos, por la tradición etc. ¿Y qué es un estudiante? ¿Es un muchacho o una muchacha- que va a la escuela y lee unos cuantos libros a fin de aprobar algunos exámenes? ¿O sólo es estudiante el que está aprendiendo todo el tiempo y para quien, por consiguiente, el aprender no termina jamás? Por cierto, la persona que solamente lee por encima un tema, aprueba un examen y después abandona eso, no es un estudiante. El verdadero estudiante está estudiando, aprendiendo; explorando, no sólo hasta que cumple veinte o veinticinco años, sino a lo largo de toda su vida. Ser estudiante es aprender todo el tiempo; y mientras uno está aprendiendo, no existe el maestro, ¿verdad? En el momento en que usted es estudiante, no hay nadie en particular que le esté enseñando, porque usted está aprendiendo de todas las cosas. La hoja arrastrada por el viento, el murmullo de las aguas en las orillas de un río, el vuelo de un pájaro en lo alto de los cielos, el hombre pobre que pasa a nuestro lado con una pesada carga, las personas que piensan que lo saben todo acerca de la vida... Usted está aprendiendo de todo ello y, por lo tanto, no existe el maestro y usted no es un seguidor. De modo que el único deber de un estudiante es aprender. Hubo una vez en España un pintor famoso cuyo nombre era Goya. Fue uno de los más grandes, y cuando ya era un hombre muy viejo escribió bajo una de sus pinturas: ‘todavía estoy aprendiendo”. Ustedes pueden aprender de los libros, pero eso no los lleva muy lejos. Un libro sólo puede darles lo que el autor tiene que decir. Pero el aprender que llega mediante el conocimiento propio no tiene límites, porque aprender a través del conocimiento de uno mismo es saber cómo escuchar, cómo observar y, por lo tanto, uno aprende de todas las cosas: de la música, de lo que dice la gente y de la manera en que lo dice, aprende de la ira, de la codicia, de la ambición. Esta tierra es nuestra, no pertenece a los comunistas, a los socialistas o a los capitalistas; es de ustedes y mía, para que vivamos en ella dichosamente, plenamente, sin conflictos. Pero esa riqueza de vida, esa felicidad, ese sentir que “esta tierra es nuestra”, no puede generarse por el esfuerzo ni por medio de la ley. Tiene que llegar desde adentro, porque amamos la tierra y todas las cosas que hay en ella; y ése es el estado de aprender.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .