El entendimiento llega por el oído y la claridad llega por el ojo. La claridad
es masculina, el entendimiento es femenino. Por eso digo siempre que a una mujer le resulta más fácil ser un discípulo; a una mujer le resulta más fácil entregarse, le resulta más fácil entender que a un hombre. El hombre pide claridad lógica, convicción lógica. La mujer pide otra cosa: la convicción rítmica. La mujer escucha intuitivamente, siente la vibración de la persona que lo está diciendo. No le interesa mucho lo que se está diciendo, sino quién lo está diciendo, cómo lo está diciendo, de dónde surge. Ella profundiza más, ella capta el espíritu mismo. El hombre permanece interesado en la letra. Y como las máquinas impresoras y las escrituras se han vuelto asequibles para todo el mundo en forma de libros, ha sucedido un gran cambio.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .