En la existencia corporal personal del individuo están representadas por otras dos polaridades, el anima

y el animus. Durante toda la vida del individuo, estas dos están en conflicto, cada una de ellas persiguiendo el dominio. ¡Deja de luchar por el dominio! Ésa es tu política interna. Las dos son iguales y ninguna puede ser nunca el ama. Ambas son necesarias e igualmente necesarias. Acéptalas a las dos, aunque sea muy difícil, lógicamente muy difícil, aceptarlas a ambas, porque son diametralmente opuestas. Pero la lógica no se ajusta a la vida misma. Se ajusta más a la vida lo que se conoce como dialéctica. La lógica no se ajusta a la vida. La lógica es lineal. No contiene lo opuesto. El Tao dice que lo opuesto siempre está ahí, paralelamente. El proceso no es lógico, sino dialéctico. A la tesis se opone la antítesis: al hombre se opone la mujer, y de esa oposición, de ese conflicto, de ese desafío, se libera energía. Y esa energía se puede disipar, si eres tonto, o se puede acumular, si eres sabio. Si se disipa, permanecerás en conflicto constante, una guerra civil. Tu vida se volverá esquizofrénica. O, si eres sabio, inteligente, y sabes contener juntos a los opuestos en un abrazo amistoso, entonces la tesis, opuesta por la antítesis, creará un nuevo fenómeno en tu ser: la síntesis. Surgirás en un plano más elevado, estarás unido de una manera más profunda. Y entonces la síntesis funciona de nuevo como una tesis, crea su antítesis, y de nuevo, en un plano más elevado, la síntesis. Esto sigue y sigue; olas sobre olas, cada vez más altas. Hay planos sobre planos, y puedes seguir llegando. El plano supremo es la síntesis total de tu vida: desaparecen todos los conflictos; no los desechas, sino que desaparecen por sí mismos. Esto es Tao, el Tao, el indiviso, el gran Uno.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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