No puedes forzar el amor. Se te puede ordenar que ames, y eso es lo

que está sucediendo: a millones de parejas en el mundo se les ha ordenado que amen, porque «Ella es tu mujer, ¡ámala!», y «Él es tu marido, ¡ámale!» ¿Y ahora qué puedes hacer? Porque está ahí la policía y está ahí la corte y está ahí el Gobierno, y si no amas tendrás dificultades. Por miedo, tratas de arreglártelas: finges. Y naturalmente, los fingimientos no te pueden hacer feliz. Y de la misma manera, vas a rezar a la iglesia y al templo y a la mezquita, porque te han ordenado que reces. Si no rezas, caerás al infierno, ¿y quién quiere sufrir en el infierno? ¿No es suficiente sufrimiento esta vida? ¿Quién quiere ir al infierno? ¡Ya basta! Uno quiere evitar el infierno, de modo que es mejor ir a rezar. Pero es por miedo, y todo lo que es producto del miedo es falso. No puedes forzar la oración y no puedes forzar el amor y no puedes forzar la experiencia de la belleza. No es posible. Nada que tenga algún valor es posible mediante la voluntad. Todo lo que es bello y grande sucede cuando desaparece tu voluntad.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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