El hipnotismo, el mesmerismo y el espiritismo, han probado ya que los órganos y los
sentidos no pueden ellos mismos conocer los objetos. Porque según vemos en los experimentos mesméricos e hipnóticos, el objeto visto o sentido, y del cual todas las sensaciones de objeto sólido pueden percibirse, es a menudo sólo una idea existente en el cerebro del que opera. De la misma forma, Manas usando el cuerpo astral, sólo tiene que imprimir una idea sobre la otra persona para inducirla a percibir la idea y a transformarla en un cuerpo visible, al cual parecen seguir los efectos usuales de densidad y peso. En el hipnotismo hay muchos experimentos, todos los cuales demuestran que la llamada materia no es de por sí sólida o densa; que la vista no siempre depende de los ojos y de los rayos de luz procedentes de un objeto; que lo que es intangible para un cerebro y órganos normales, puede ser perfectamente tangible para otro; y que efectos físicos en el cuerpo pueden ser producidos tan sólo por una idea. Los bien conocidos experimentos de producir una ampolla con un simple pedazo de papel, o impedir que un emplasto produzca una ampolla por medio de la fuerza de sugestión transmitida al sujeto, ya sea que iba o no a formarse una ampolla, prueban concluyentemente el poder de efectuar un impulso sobre la materia por el uso de ese principio llamado Manas. Pero todos estos fenómenos son la manifestación de los poderes de Manas inferior actuando en el Cuerpo Astral y el cuarto principio, el del Deseo, empleando el cuerpo físico como escenario para la exhibición de esos poderes. Es este Manas inferior el que retiene todas las impresiones de una vida y algunas veces las revela de una manera singular, como en trances o sueños, delirio, estados inducidos, aquí y allá, en condiciones normales, y muy a menudo en el momento de la muerte física. Pero Manas está tan ocupado con el cerebro, con la memoria y la sensación, que usualmente no despliega sino unas pocas reminiscencias fuera del conjunto de eventos que los años le han puesto por delante. Manas inferior impide el funcionamiento de Manas Superior, porque justamente al nivel actual de la evolución, el Deseo y los correspondientes poderes, facultades y sentidos, son los más altamente desarrollados, obscureciendo, por decirlo así, la luz blanca de la parte espiritual de Manas. Manas inferior queda coloreado or todo objeto que le sea presentado, sea ello un pensamiento o un objeto material. Es decir, Manas inferior operando a través del cerebro es de inmediato transformado en la forma y otras características de un objeto dado, ya sea mental o no. Esto hace que tenga cuatro peculiaridades: Primera, volar natural y súbitamente desde algún punto, objeto o sujeto; Segunda, volar hacia alguna idea agradable; Tercera, volar hacia una idea desagradable; Cuarta, permanecer pasiva, sin considerar nada. La primera se debe a la memoria y a la moción natural de Manas; la segunda y tercera se deben únicamente a la memoria; la cuarta significa el sueño cuando éste no es anormal, y cuando es anormal y va hacia la demencia. Estas características mentales que pertenecen todas a Manas Inferior, son las mismas que deben ser combatidas y conquistadas por Manas Superior, con la ayuda de Buddhi y Atma. Si Manas Superior puede actuar, viene a ser lo que algunas veces llamamos un Genio; y si domina por completo, entonces el hombre puede convertirse en un dios. Pero la memoria continuamente presenta imágenes a Manas Inferior, lo que trae por resultado que el Superior sea obscurecido. Algunas veces, sin embargo, vemos aquí y allá por el sendero de la vida, hombres que son genios o grandes videntes y profetas. En éstos, los poderes Superiores de Manas están activos y la persona iluminada. Tales fueron los grandes Sabios de la antigüedad, seres como Buda, Jesús, Confucio, Zoroastro y otros. También poetas, tales como Tennyson, Longfellow, y otros, son hombres en quienes Manas Superior de cuando en cuando proyecta un rayo luminoso sobre el hombre terrenal, pronto, no obstante, a ser obscurecido a consecuencia de la educación dogmática religiosa, la cual ha grabado en la memoria ciertas imágenes que siempre impiden a Manas lograr su plena actividad.
William Judge . El Oceano de la Teosofia .