En este sutra se dice algo muy significativo: «La luz es fácil de mover, es

difícil fijarla; así que no trates de fijarla.» Es ahí donde el yoga intenta hacer algo que no se puede hacer fácilmente. De ahí la dificultad, la laboriosidad del yoga: el yoga trata de fijar la luz. Trata también de fijar la luz entre los dos ojos, exactamente entre las dos cejas, en el centro del tercer ojo. El yoga intenta fijarla. Ésa es la diferencia entre el Tao y el yoga: el yoga quiere fijarla... Concéntrate en el tercer ojo. En resumidas cuentas, ésa es toda la filosofía del yoga: si puedes concentrar toda tu consciencia en el tercer ojo, te transformarás, tus dos ojos se volverán uno y estarás lleno de luz.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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