Conocemos este flujo hacia fuera de la luz. Esto es solo la mitad de la
historia. Pero cada vez que la luz fluye hacia fuera, tú pasas a un segundo plano, te olvidas de ti mismo. La luz tiene que fluir de vuelta para que seas a la vez el sujeto y el objeto, simultáneamente; para que te veas a ti mismo. Entonces se revela el autoconocimiento. Normalmente, vivimos solo a medias —medio vivos, medio muertos, ésa es la situación— y poco a poco la luz sigue fluyendo hacia fuera y nunca vuelve. Te vas quedando cada vez más vacío por dentro, hueco. Te conviertes en un agujero negro.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .