Los Budas no enseñan, solo comparten. No te dan una doctrina, ciertamente te dan una

disciplina. No te dan creencias, ciertamente te dan el sabor de la confianza. Y con solo un poco del sabor de la confianza, la vida se transmuta. Y para conectar con un ser despierto, la única manera es despertar un poco también por tu parte, porque lo similar puede encontrar a lo similar. Estar con un Buda es estar un poco más alerta de lo que la vida requiere que estés generalmente. La vida quiere que seas automático, como un robot. Cuando vas a un Maestro, éste requiere que dejes tu automatismo, que te des-automatices, que te vuelvas un poco más alerta, que no sigas mirando las cosas... que también recuerdes tu ser. De modo que los discípulos de Buda estaban meditando... ¡No hay que perderse una mañana tan hermosa! Y cuando los pájaros están alabando al sol matutino, también tú tienes que alabar a Dios. Y cuando los árboles están meciéndose en el viento, también tú tienes que participar en esta danza eterna, también tú tienes que celebrar. Ha nacido otro día; olvida el pasado, muere al pasado: vuelve a nacer.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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