¿Por qué queremos vivir en el lujo? ¿Qué entiende usted por lujo? Tener ropas limpias,

mantener limpio el cuerpo, alimentarse bien, ¿llama lujo a eso? Puede parecerle un lujo al hombre que se está muriendo de hambre, que viste harapos y no puede bañarse todos los días. Así que el lujo varía de acuerdo con los deseos de uno; es una cuestión de grados. Ahora bien, ¿sabe bien qué pasa con usted si es aficionado al lujo, si está apegado al confort y siempre quiere sentarse en un sofá o en una silla demasiado mullida? Su mente se adormece. Es bueno tener un poco de comodidad corporal; pero enfatizar el confort, darle una gran importancia, es tener una mente soñolienta. ¿No ha notado lo felices que son casi todas las personas gordas? Nada parece perturbarlas a través de sus muchas capas de grasa. Esa es una condición física, pero también la mente acumula capas de grasa; no desea ser cuestionada ni molestada de cualquier otra manera, y una mente así, poco a poco se echa a dormir. La que ahora llamamos educación, generalmente adormece al estudiante, porque si éste formula preguntas realmente agudas, penetrantes, el maestro se inquieta mucho y dice: “Sigamos con nuestra lección”. Por lo tanto, cuando la mente se apega a cualquier forma de confort, cuando se aficiona a un hábito, o a un sitio particular que llama “mi casa”, comienza a adormecerse; y comprender este hecho es más importante que preguntar si vivimos lujosamente o no. La mente que es muy activa, alerta, observadora, nunca se aficiona al confort; el lujo nada significa para ella. Pero el poseer solamente muy pocas ropas, no quiere decir que uno tiene una mente alerta. El sannyasi que exteriormente vive de una manera muy sencilla, puede ser muy complejo en lo interno, cultivando la virtud, deseando alcanzar la verdad, llegar a Dios. Lo importante es ser muy sencillos, muy austeros internamente, lo cual implica tener una mente no obstruida por creencias, por temores, por innumerables deseos, porque sólo una mente así es capaz de un verdadero pensar, sólo ella puede explorar y descubrir.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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