No hay necesidad de ocultarte la enorme diferencia que debes encontrar en estas invocaciones distintas.
No hay ninguna comparación entre el trabajo de conservación que tenemos que hacer y ese otro, por el cual la sabiduría se sirve de nosotros para restablecer el orden y la armonía en la clase elemental; no hay ninguna comparación entre ese trabajo y el que tenemos que hacer para unirnos a las funciones del espíritu; no hay ninguna comparación entre ese trabajo y el que tenemos que hacer para ir a beber en las misma fuente Divina. Cuanto más nos preparamos, más suaves, simples y naturales nos parecen estos trabajos, lo que constituye una de las demostraciones más vivas de que hemos nacido para la paz y para la felicidad y de que las horribles revoluciones por las que pasamos en las diversas regiones de este mundo son todo lo contrario de lo que debería ocuparnos si estuviésemos en nuestra ley y disfrutando de los privilegios de nuestro destino primitivo.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .