Les habló de forma aún más tajante sobre las espigas que cortaron y co- mieron
sus discípulos un sabbat, al pasar por un trigal: «¿No habéis leído en la ley que los sacerdotes, en día de sabbat, violan el sabbat en el templo y, sin embargo, no son culpables? No obstante, yo os aseguro que el que está aquí es más grande que el templo. Y, si supieseis bien lo que quiere decir la palabra me gusta más la misericordia que el sacrificio, no hubieseis condenado a ino- centes, pues el hijo del hombre es el dueño del propio sabbat.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .