Apliquemos este pensamiento al ser humano. Al tomar forma física es donde se ve el
proceso de limitación, y tam¬bién en los primeros días de rebeldía, cuando el hombre hen-chido de deseos, aspiraciones, ansiedades e ideales, es inca¬paz de expresarlos o satisfacerlos. Llega después la etapa de adaptación, cuando el hombre comienza a utilizar lo que posee y a expresarse como mejor puede, por medio de las miríadas de vidas e inteligencias menores que constituyen sus cuerpos, físicos, emocional y mental. Energetiza su triple forma, obligándola a obedecer sus mandatos y a cumplir sus propósitos; así lleva a cabo su plan, para bien o para mal. A esta etapa le sigue aquella en que utiliza la forma hasta donde es capaz, llegando a lo que denominamos ma¬durez. Finalmente, en las etapas posteriores de la vida llega la cristalización de la forma, y el hombre reconoce lo inade¬cuado de la misma, entonces sobreviene la feliz liberación llamada muerte, ese solemne momento en que el "aprisio¬nado espíritu" escapa de los muros de su forma física. Nues¬tras ideas sobre la muerte han sido erróneas. Hemos consi-derado a la muerte como terrible final, pero en realidad es la gran evasión, la entrada en una más plena actividad, y la liberación de la vida desde el vehículo cristalizado y la forma inadecuada.
Alice A. Bailey . La Conciencia del Átomo .