Estas siete encarnaciones (manvántaras) constituyen la evolución planetaria, el campo de acción de un Logos
planetario. Como hay siete de estas evoluciones planetarias (Mr. Sinnett las llama “siete esquemas de evolución”) distintas las unas a las otras, constituyen el sistema solar. Esta emanación de los siete Logos procedentes del Uno, y de las siete cadenas sucesivas de siete globos cada una, está indicada como sigue en un comentario oculto: “De una luz, siete luces; de cada una de las siete, siete veces siete” (La Doctrina Secreta, I, pág. 140).
Annie Besant . La sabiduría antigua .