El Maestro Lu-Tsu dijo: Los dos errores de la indolencia y la distracción deben ser

combatidos con el trabajo calmado que se lleva a cabo diariamente sin interrupción; entonces ciertamente se conseguirá el éxito. Si no estás sentado en meditación, a menudo te distraerás sin darte cuenta. Volverse consciente de la distracción es el mecanismo con el que deshacerse de la distracción. La indolencia de la que el hombre es consciente y la indolencia de la que el hombre es inconsciente están a kilómetros de distancia. La indolencia inconsciente es la verdadera indolencia; la indolencia consciente no es indolencia completa, porque aún hay algo de claridad en ella. La distracción llega por dejar que la mente vague de acá para allá; la indolencia llega porque la mente todavía no es pura. La distracción es mucho más fácil de corregir que la indolencia. Es como con la enfermedad: si sientes dolores e irritaciones, se pueden socorrer con remedios, pero la indolencia es como una enfermedad que se atiende con falta de realización. La distracción se puede contrarrestar, la confusión se puede poner en orden, pero la indolencia y el letargo son pesados y oscuros. La distracción y la confusión al menos tienen un lugar, pero en la indolencia y el letargo tan solo está activa el anima. En la distracción el animus aún está presente, pero en la indolencia rige la pura oscuridad. Si uno se adormila durante la meditación, eso es efecto de la indolencia. Solo la respiración sirve para superar la indolencia. Aunque la respiración que fluye entrando y saliendo por la nariz no es la verdadera respiración, el flujo de entrada y salida de la verdadera respiración tiene lugar en conexión con ella.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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