La cadena Herrero celeste-Héroe Civilizador-agricultura-papel religioso del herrero no es monopolio exclusivo de los Dogones.

Se encuentra también, en una forma más o menos completa, entre los Sawadogo (Tegnaeus, página 35); entre los Gourounsi (Primer Herrero = Héroe Civilizador, el herrero ejerce funciones de sacerdote del fuego y del rayo; ibíd., p. 40); entre los Bolos, una de las poblaciones más arcaicas del Volta (según los mitos, el Primer Herrero, hijo del Dios supremo, descendió a la Tierra y reveló a los humanos el fuego, la domesticación y la agricultura; el herrero desempeña un papel importante en la vida religiosa y social, es maestro instructor en las ceremonias de iniciación, es adivino y profeta, etc.; Tegnaeus, pp. 42 y ss.); entre los Somones, pescadores Bambara (un mito cosmogónico atribuye al Herrero Primordial el papel de colaborador de la Creación; «el sa-crifícador en el culto del Genio del agua debe pertenecer a una familia cuyos antepasados fuesen herreros descendidos del Cielo»; Tegnaeus, p. 47). Entre los Bambara, el gran sacerdote es casi siempre un herrero, y herreros son asimismo los que controlan las sociedades secretas. Tauxier había demostrado ya que la misma situación aparece entre los demás Mandes, Malinkes, Guasulonkes, etcétera. Según un mito acanti, el Herrero descendió a la Tierra encargado por Dios de modelar dos docenas de hombres y de animales (Tegnaeus, p. 55). Entre los Ewes, el herrero y las herramientas de la fragua ocupan un lugar de importancia considerable en la vida religiosa. Se supone que el martillo v el yunque han caído del Cielo y es ante ellos donde se presta juramento; el herrero es el hacedor de lluvia y puede conducir una guerra a feliz término. Según los mitos, el Primer Herrero —considerado a veces como el mismo Hijo del Dios supremo— fue enviado por Dios para concluir la creación y comunicar a los hombres el secreto de las profesiones. Para los Yorubas fue Opun, el Primer Herrero, quien forjó las primeras armas, enseñó a cazar a los hombres y fundó la sociedad secreta de Ogboni (Tegnaeus, pp. 82 y ss.). Nzeanzo, el Héroe Civilizador de los Mboula, era a la vez herrero, médico y monitor: enseñó a los hombres todas las técnicas útiles e instituyó las cofradías de herreros (ibíd., p. 102). Entre los Tchambas, los Dakas, los Durrus v otras tribus vecinas, la mitología del Forjador-Héroe-Civilizador es extremadamente rica: el Primer Herrero les reveló no sólo el fuego y el medio de cocer sus alimentos, sino también el arte de edificar las casas, el comportamiento sexual requerido para tener niños, la técnica de la gestación, la circuncisión, las formas del enterramiento, etc. (ibíd., p. 104). D'cho de otro modo, el herrero en los Durru y en otras tribus tiene un panel social-religioso más imoortante que el rey (ibíd., p. 105). La mitología de los Kikuyos pone en acción a tres hermanos, Héroes Civilizadores: el primero les enseñó la domesticación del ganado; el segundo, la agricultura, y el tercero, el arte de forjar los metales (ibíd., pp. 142 y ss.). Para concluir esta rápida revisión de ejemplos africanos recordemos finalmente que el ori-mer rey de Angola fue, según las tradiciones, el Rey Herrero (Tegnaeus, p. 172).

Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .

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