Cuando le dieron veneno a Sócrates, estaba encantado. Sus discípulos estaban llorando y gimiendo, y
él dijo: «No lloréis. Pronto me habré ido, y entonces podéis llorar todo lo que queráis. Ahora mismo, ved este gran experimento que me está sucediendo. Me intriga mucho la idea de la muerte: si voy a morir realmente o no. ¡No perdáis esta oportunidad! Sentaos a mi alrededor y observad.».
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .