Ese día, ya no me preguntaréis nada, porque ¿cómo ibais a tener necesi- dad de

preguntarme, si el que ha de venir a enseñaros la verdad va a ser para vosotros la continua expresión del padre y del hijo y va a desarrollar continua- mente en vuestro corazón y en vuestro espíritu todos los tesoros de la sabidu- ría y todas las maravillas de la unidad?.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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