Esas son las instrucción que debéis difundir ampliamente entre vuestro pueblo, para que el hombre
nuevo sea horado como debe ser y pueda comuni- car la vida que ha recibido a todos a los que ha sido enviado para librarlos de las tinieblas y de la esclavitud de la muerte, ya que, si alguno se avergüenza de él y de sus palabras, el hombre nuevo se avergonzará también de él, cuando venga en su gloria, en la de sus padres y en la de los santos ángeles.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .