Pernicioso enemigo del hombre, produces muchos sufrimientos; pero lo haces mediante una contracción de tu
poder desordenado y engañoso contra las leyes eternas de la verdad y contra el orden inmutable de las cosas. Además, tus éxitos, cuando los tienes, arrastran al hombre a la nada, la muerte y las tinieblas; pero, cuando el Dios que sufre se acerca a nosotros y nos produce dolor, lo hace poniendo mesura, orden y verdad en contraposición a los desórdenes e irregularidades que has sembrado todos los días en los hombres y que sigues cultivando. Además, la contracción que realiza este Dios que sufre en los que la desean y van en busca de ella, termina siempre en alegría, felicidad y luz.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .