El fruto sagrado no es ni masculino ni femenino. El fruto sagrado madura solo en

la totalidad, cuando tu anima y tu animus se apoyan mutuamente como las dos alas de un pájaro. Entonces se libera el eros, se libera el logos, se libera la intuición. Entonces empiezas a volar en el cielo y, sin embargo, permaneces enraizado en la tierra.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

Índice