Viciado así en su cuerpo y en su espíritu, incluso antes de haber empezado a

utilizarlos, va a entrar bajo la falsa administración de quienes lo rodean en su primera edad, que sembrarán con abundancia gérmenes envenenados en esta tierra ya envenenada de por sí y lo alabarán si produce frutos parecidos, en este ambiente desordenado que se ha convertido en su elemento natural.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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