La fórmula de toda invocación de divinidad reside en el nombre de Eheieh, esto es,

la afirmación del ser puro, Eterno e Inmutable, sin atributos o actividades, que todo lo sustenta y mantiene. Sólo cuando la mente está impregnada con la realización de este Ser Infinito e Inmutable, con intensa concentración puede lograr la realización del Poder ilimitado. Toda energía que se derive de cualquier otra fuente es limitada y parcial; únicamente en Kether se encuentra la fuente pura de toda energía. Las operaciones del mago que tratan de concentrar la energía y todas las operaciones que tengan ese objetivo deben comenzar con Kether, porque allí se encuentra la fuerza surgente del Gran Inmanifestado oculto tras los Velos de la Existencia Negativa, de donde procede todo poder. Si extraemos poder de cualquier esfera especializada de la naturaleza es como si estuviéramos robando a uno para dar a otro; ese poder ha venido de alguna parte para ir a otra. De manera que ha de ser liquidado al final. He aquí la razón por la que se dice que el mago paga con sufrimiento lo que obtiene por medio de su arte. Esto es verdad si sus operaciones se realizan en cualquiera de la esferas inferiores de la naturaleza. Mas si se inician en Kether de Atziluth, entonces toman fuerzas no manifestadas y las pone en manifestación, con lo que aumenta los recursos del universo, y siempre que pueda mantener las fuerzas en equilibrio no se producirá ninguna reacción exterior ni compensación por medio de sufrimiento a causa de sus poderes mágicos. Este punto es de grandísima importancia práctica, porque a los estudiantes se le ha enseñado que los Tres Supremos, Kether, Chokmah y Binah, están fuera del alcance de toda obra práctica, mientras estamos encarnados. En verdad, se hallan fuera del alcance de la mera conciencia cerebral, pero son la base esencial de todos los cálculos mágicos, y si no operamos con dicha base no tenemos realmente una fundación cósmica, sino que nos ponemos entre el Cielo y la Tierra y no encontraremos lugar alguno de reposo ni de seguridad, teniendo que mantener continuamente la tensión mágica que sostiene vivas las formas astrales.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

Índice