El único período durante el cual se produce un perfecto equilibrio de fuerzas, es el

Pralaya o la Noche de los Dioses. La fuerza en equilibrio es estática, potencial y nunca dinámica, porque ese equilibrio implica dos fuerzas contrarias que se han neutralizado perfectamente de una a otra, de manera que cada una es inerte, inoperante. Destruyamos el equiIibrio y las fuerzas se pondrán de nuevo en libertad para actuar; el cambio puede producirse desde entonces; el crecimiento, la evolución y la organización podrá nacer. En el equilibrio perfecto no hay ninguna posibilidad de progreso: es un estado de reposo. Se dice que al final de una Noche Cósmica se rompe el equilibrio y que, de consiguiente, de nuevo se produce una efusión de fuerzas, y la evolución recomienza. Preferentemente, el Equilibrio del Universo puede ser comparado más a un péndulo que a una tenaza: no es mantenido inmóvil; entre estos dos conceptos hay una enorme diferencia. Porque en el control de sí mismo siempre hay una ligera vibración un temblor de las fuerzas opuestas; en ella hay una estabilidad no de inercia, sino de esfuerzo. En el Arbol, esto está representado por los dos Pilares de la Misericordia y del Rigor, que se oponen una a otro. Gueburah (el Rigor) se opone a Guedulah (la Misericordia). Binah (la Forma) se opone a Kjokmah (la Fuerza). Si esta oposición concluyera el universo se hundiría, como cae un hombre cuando, tirando de una cuerda, ésta se rompe. Debemos comprender claramente que esta resistencia, esta tensión que tenemos que combatir en cada una de nuestras acciones, no es un mal: es el contrapeso necesario a toda fuerza que podamos emplear.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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