HAS DE RECORDAR ALGO FUNDAMENTAL: que tu mente no es tu mente. Es algo que
te ha implantado la sociedad en la que por casualidad has nacido. Si naciste en un hogar cristiano pero te hubieran trasladado inmediatamente a una familia musulmana, no tendrías la misma mente, sino una completamente distinta, que no puedes ni imaginarte. Bertrand Russell, uno de los mayores genios de nuestra época, intentó con todas sus fuerzas librarse de la mente cristiana, no porque fuera cristiana, sino porque se la habían impuesto. Quería tener su propia visión de las cosas, una visión nueva. No quería verlas con las gafas de otros; deseaba entrar en contacto con la realidad de una forma inmediata y directa, tener su propia mente. De modo que no se trataba de enfrentarse a la mente cristiana, porque si hubiera sido hindú habría hecho lo mismo, o si hubiera sido musulmán o comunista. Lo que se plantea es si la mente es tuya o si te la han implantado otros, porque los demás te implantan una mente que no te sirve a ti, sino a los propósitos de esas otras personas. Los padres, los profesores, los sacerdotes, el sistema educativo te preparan para que tengas una mente determinada, y pasas toda la vida con esa mente. Es una vida prestada, y por eso hay tanto sufrimiento en el mundo, porque nadie vive con autenticidad, nadie vive su propio ser, sino que obedece las órdenes que le han implantado. Bertrand Russell lo intentó con todas sus fuerzas y escribió un libro titulado Por qué no soy cristiano, pero en una carta a un amigo decía lo siguiente: «Aunque he escrito el libro, aunque no creo ser cristiano y he abandonado esa idea, en el fondo... Un día me pregunté: "¿Quién es el hombre más importante de toda la historia?". Racionalmente sé que es Buda Gautama, pero no podría situarlo por encima de Jesucristo. »Ese día tuve la sensación de que todos mis esfuerzos habían sido inútiles. Sigo siendo cristiano. Racionalmente sé que no existe comparación posible entre Jesucristo y Buda Gautama, pero es algo puramente racional. Emocional, sentimentalmente, no puedo situar a Buda Gautama por encima de Jesucristo. Jesucristo permanece en mi inconsciente, sigue afectando a mis actitudes, mis puntos de vista, mi conducta. El mundo piensa que ya no soy cristiano, pero yo sé que no es así... ¡Me parece tan difícil librarme de esta mentalidad...! ¡Con qué perspicacia y con qué habilidad la han desarrollado!» Y es un proceso largo, en el que nunca pensamos. Una persona vive como mucho setenta y cinco años, y se pasa veinticinco en colegios y universidades, es decir, dedica una tercera parte de su vida a cultivar su mente, un determinado tipo de mente. Bertrand Russell fracasó porque no sabía cómo librarse de ella. Lo intentó, pero dando palos de ciego.
Osho . El libro del ego .