Tal debe ser el caso de cada uno de nosotros que buscamos a Quien es
la personificación del Reino de la Felicidad. Se nos aparece como deseamos que se nos aparezca. Es como nosotros somos. Es como nos lo imaginamos. Tal es la razón de que nada importe la etapa evolutiva en que nos hallemos con tal que tengamos este anhelo, este deseo de conocerle, de gozarnos en Él. Esta es la única verdad vital en la vida. Porque Él es la encarnación de todas las cosas; y mientras comprendamos en nuestro corazón la esencia de esta sencilla Verdad, estaremos con Él eternamente. Pero antes debemos tener este deseo, este vehemente anhelo, este intenso ardor, hasta que hallemos el jardín donde podamos crear nuestra propia imagen del Eterno.
Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .