El frágil cuerpo de la carne es puro oro y diamantes. Y los que puedan

ver, los que tengan ojos para ver, serán capaces de ver en el cuerpo del Buda no carne frágil, sino puro oro y diamantes. Por eso los demás no creen a los discípulos. Los demás piensan que los discípulos están hipnotizados, porque empiezan a ver cosas que nadie más puede ver, que solo están asequibles a los discípulos cercanos. Empiezan a ver, en el cuerpo físico corriente, otra cosa: otro cuerpo, el cuerpo de oro y diamantes, el cuerpo de la eternidad. Este cuerpo de carne es el cuerpo del tiempo. Escondido detrás de él está el cuerpo de la eternidad. Pero para eso es necesario tener ojos para ver..., y solo el amor y la entrega pueden darte ojos para ver.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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