La verdadera transmutación es, en realidad, el logro de un correcto sentido de proporción en

relación con cualquier aspecto de la vida humana y, en lo que respecta a los hombres actualmente, tiene particular referencia al centro sacro y a las energías que lo ponen en actividad. Cuando el debido reconocimiento del lugar que la vida del sexo debe ocupar en la vida diaria vaya paralelo a la concentración mental en el centro laríngeo, ese centro automáticamente llegará a ser magnético y atraerá hacia arriba las fuerzas del centro sacro a través de la columna vertebral, "al lugar de la construcción creadora"; entonces la vida sexual normal no se atrofiará y estará regulada y relegada a su correcto lugar, como una de las facultades o apetitos comunes de los cuales fue dotado el hombre; la vida sexual es controlada cuando no se tiene un interés directo y está subordinada a la ley del país, respecto a su relación con el polo opuesto -negativo y femenino o positivo y masculino. Para el aspirante esto se convierte principalmente en agente que crea los vehículos necesarios para las almas que encarnan. De esta manera, por la fuerza del ejemplo, evitando todos los extremos, aplicando las energías corporales a cosas superiores y aceptando la ley del país de residencia, los actuales desórdenes y el abuso del principio sexual, cederán el lugar a la vida ordenada y al correcto empleo de esta primordial función corporal.

Alice A. Bailey . El Sexo .

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