Kepler, el precursor de Newton en el descubrimiento de fundamentales principios científicos, entre ellos el

de la gravitación universal (7), aceptaba la enseñanza cabalística de que los espíritus planetarios son entidades inteligentes residentes en los planetas, que están habitados por seres espirituales cuya influencia se deja sentir en los moradores de los planetas más densamente groseros, y en particular de nuestro globo (8). Pero así como esta hipótesis de las planetarias influencias espirituales quedó suplantada por la de los vórtices del materialista Descartes, algún día prevalecerán sobre esta última las de las corrientes magnéticas inteligentemente dirigidas por el ánima mundi.

H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .

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